El cobranding más común es aquel en el que se unen dos marcas en un mismo producto. Por ejemplo, Marcilla y Philips se unieron en la creación de una cafetera monodosis. Por su parte, Philips aportó la tecnología y el diseño y, por otro lado, Marcilla creó las cápsulas monodosis para este nuevo producto llamado Senseo. De esta manera, crearon un producto para dar respuesta a una nueva demanda.
¿Cuándo buscar una estrategia colaborativa?
Algunas marcas buscan unirse con otras más fuertes cuando están pasando por un momento de crisis. Es una manera de volver a salir al mercado respaldados de una marca con más visibilidad o mejor reputación.
Ambas partes deben tener muy claro cuál es la imagen que tienen las marcas potencialmente colaboradoras antes de llegar a ningún acuerdo. De la misma manera que el buen posicionamiento de una marca puede ayudar a la otra, también se puede salir perjudicado de un co branding.
Objetivos del cobrading
Permanecer en la mente del consumidor
Sin duda, volver a estar en la mente del consumidor es uno de los objetivos principales de las marcas que se lanzan a empezar una estrategia colaborativa. Un co branding puede hacer resurgir tu marca o darle ese empuje que necesita para llegar a un público más amplio y darse a conocer.
Obtener rentabilidad
Por supuesto, conseguir una rentabilidad de ese nuevo producto resurgido de ambas marcas es un punto esencial a tener en cuenta. En este aspecto es imprescindible llegar a un acuerdo previo con la otra marca: ¿cómo se repartirán los beneficios entre ambas partes?
Destacar valores complementarios
Al unir tu producto con otra marca, seguramente le estarás dando una visión que el consumidor no tenía hasta el momento. De esta manera, estarás complementando tu producto con valores que por sí mismo tal vez no podía destacar.
Aspectos a tener en cuenta antes de un cobranding
Como podemos comprobar, un co branding debe tener sentido. No se pueden unir dos marcas cualesquiera. Además, se deben tener en cuenta muchos aspectos como, por ejemplo, el diseño o el packaging.
El diseño del nuevo producto, fruto de la unión de dos marcas, es un punto fundamental para su éxito. Crear un buen packaging, pensado para el nuevo producto pero a la vez manteniendo los valores de las dos partes, no es tarea fácil. El diseño de un producto nacido del co branding puede ser decisivo para el éxito o el fracaso de la colaboración.
Debe quedar claro qué producto se está vendiendo y ambas marcas deben aportar unos mismos valores, para que el consumidor no se confunda. Por ejemplo, en el caso de la unión de Philadelphia y Milka, tenemos una marca (Philadephia) que ofrece en muchas ocasiones productos light o bajos en sal, centrados en cuidar la línea y la salud del consumidor. A estos valores, ahora le unimos en co branding una marca de chocolate (Milka) y es muy posible que el consumidor se confunda. ¡Él compraba ese producto porque era saludable y ahora ha dejado de serlo!
Casos de éxito de cobranding
Cobranding entre Braun y Oral-B
Este es un claro ejemplo de un cobranding exitoso. ¿Puede haber algo más relacionado que un cepillo de dientes y una pasta de dientes? Así pues Braun, al decidir sacar a la venta un cepillo eléctrico, no dudó en que una buena opción sería relacionarse con una marca tan conocida en el mercado como Oral-B. De hecho, nos atreveríamos a decir que en este producto, Oral-B es la marca que más destaca pues, al fin y al cabo, es la más conocida por el target.
Cobranding entre Braun y Oral-B
Cobranding entre Nike y iPod
Este sería el ejemplo de la unión de dos marcas que casan a la perfección gracias al público al que se dirigen, un público joven, que está a la última en tecnología. Ambas son empresas muy potentes, con una gran fidelización de sus consumidores. Una gran marca de los deportes busca la colaboración del gigante tecnológico Apple para lanzar un producto, cómo no, para deportistas amantes de la música y de la última tencología. En definitiva, la unión perfecta.