Conoce a tus clientes.
Es crucial que comprendas quién es el potencial cliente al que quieres atraer y conozcas cómo se comunica para poder llegar a él. Ten en cuenta que siempre has de estar en cualquier medio de comunicación social en el que pasen tiempo tus prospectos.
Además, tienes que esforzarte por conocer qué atrae a tus clientes y por qué escogerían tu hotel en lugar de elegir a la competencia. No olvides que, en última instancia, con el branding pretendes satisfacer las necesidades de tus huéspedes.
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Refuerza la identidad de marca.
Tu identidad es una combinación de rasgos visibles, emocionales y comunicativos. Así que por mucho que la identidad visual sea importante, también lo es la filosofía de tu marca. De modo que tienes que tener en cuenta la coherencia de todos y cada uno de los elementos que van a hacer que tu hotel sea reconocible.
El logo, el tagline, los colores corporativos, los valores, el contenido… Todas estos factores tienen que reflejar y apoyar la posición del branding de tu hotel. Tienen que crear emociones y presentar experiencias que los clientes vayan a recordar siempre. Tienes que dejar huella, porque ellos serán los mejores embajadores de la marca de tu hotel.
Consigue un logo y slogan memorables.
Tanto tus clientes como potenciales clientes tienen que identificar tu logo y tu slogan con tu hotel y sus valores. Por esa razón es también importante que puedan reconocerlos y recordarlos con facilidad. De nuevo, debes conocer bien a tus clientes ideales para saber cuáles son sus preferencias, con la finalidad de acercarte a ellos con un logo y un copy en el que puedan confiar y sentirse identificados.
Así que intenta no ser subjetivo. Ya que hablamos de las preferencias de tus clientes potenciales. Además, asegúrate de que se ven y suenan bien. De lo contrario llegarás a retener al huésped ideal al que querías atraer.
Haz que tu branding sea exportable.
Digamos que tienes la oportunidad de desarrollar más hoteles en otros países. En este caso debes prestar especial atención a tu slogan y su significado. De hecho, tienes que asegurarte de que tanto éste como tu logo son exportables. Es decir, no crearás ningún conflicto en el extranjero.
No todas las culturas tienen los mismos valores o preferencias. No des por hecho que tu marca funcionaría en todos los países. Investiga si los elementos visuales de tu hotel se pueden malinterpretar en otros lugares. Ten en cuenta que un error de este calibre puede arruinar tu reputación.
Cuida tu exposición online.
Obviamente, no todas las cadenas hoteleras tienen el mismo motor económico para llevar a cabo estrategias de marketing. Sin embargo, gracias a Internet la exposición de tu hotel no tiene barreras. Hoy en día puedes llegar a tus potenciales clientes a través de múltiples canales.
Si no tienes los medios suficientes, centra tus esfuerzos en la red y las plataformas sociales que pueden darte a conocer. No olvides que para ello necesitas establecer una estrategia de contenido, con un copy que represente la identidad de tu hotel. Ya que el branding no es sólo un rasgo visual, sino también emocional y comunicativo.
Resalta tus diferencias.
Por último, pero no menos importante, recuerda que tu hotel tiene que destacar sus diferencias. Cada hotel tiene características que lo hacen especial y lo distingue de entre la competencia. Potencia estas características y hazlas tu fuerte. Céntrate en crear contenido constante y relevante en cualquier plataforma en la que te puedas comunicar con tus clientes. Ten en cuenta que toda tu campaña de marketing tiene que estar sincronizada para atraer clientes.
No olvides que siempre tienes que ser creíble para llegar a satisfacer las expectativas de tus huéspedes. También necesitas asegurarte de que cualquier promesa inherente a la identidad de tu hotel debe cumplirse. Por ello, debes conocer bien a tu hotel y conocer cómo hace sentir a tus clientes.