Primer paso. La marca.
Todo tiene un inicio y en este caso tienes que empezar definiendo tu marca. Con marca no nos referimos a un nombre, un website y un logotipo, ya que eso seguramente lo tienes. Más bien hablamos de que es necesario comunicar algo distinto y de valor con tu marca.
Y te preguntarás: Eso suena muy bien, ¿pero cómo lo hago? En primer lugar, tienes que pensar en tu historia para conocer cuáles son tus motivaciones (¿Por qué cree esta empresa?). Después, deberás preguntar a tus clientes y, en definitiva, hablar con ellos para saber por qué os eligen y qué os diferencia de la competencia. En tercer lugar, mira alrededor. Visita las páginas web de tu competencia para buscar aspectos diferenciales y, también, aprender de lo que están haciendo bien. Por último, recopila toda la información para sacar conclusiones y comenzar a definir tu marca.
{{cta(‘bb2971b9-bf36-4c36-8edc-75223dba5208’)}}
Segundo paso. Los contenidos.
Seguramente ya tienes una página web, pero ¿alguna vez te has parado a mirarla como lo harían tus clientes? En numerosas webs nos encontramos que a la hora de diseñarlas se presupuso por parte de la empresa que los visitantes tenían “ciertos conocimientos” o “hablaban la misma jerga”. ¡Gran error!
Para no cometer este error hazte dos sencillas preguntas: ¿Cuenta mi página web con la información que necesitan mis potenciales clientes? y ¿Estoy usando el lenguaje que mis potenciales clientes usarían?
Asimismo, recuerda que el contenido de tu web tenga ha de incorporar la esencia y los valores que definiste de tu marca para diferenciarte de la competencia. Utilizando un símil culinario, los contenidos una vez filtrados con las dos preguntas que te hemos facilitado debes aderezarlos con los ingredientes que has utilizado para construir tu marca.
Estos consejos también aplican a cualquier contenido que quieras desarrollar para tu empresa (flyers, folletos, publicidad, etc).
Tercer paso. La estrategia.
Ahora ya conoces las claves para tener una marca y una web que enamorarán a tus clientes y que te diferencian de tu competencia. Por lo que puedes empezar con lo que te consumirá más tiempo y recursos, la estrategia online. Pero no te asustes, somos gente práctica y con vocación de servicio, así que te explicamos que es lo que mejor te funcionará con tus recursos y, de ese modo, te concentres en las acciones que mayor retorno de la inversión puedan generarte. Vamos a ver qué acciones son:
El contenido es el rey de tu estrategia online. Google está deseoso de contenidos originales y actualizaciones, así que te premiará subiendo posiciones en el buscador si se los proporcionas. Así, cuando la gente te busque, podrá encontrarte.
Pagar para promocionarte en medios online es una buena herramienta. No obstante, antes piensa muy bien, porque te puede conllevar una gran inversión en tiempo y dinero. Para optimizar la inversión deberás medir y vigilar constantemente tus campañas en medios online. De esta forma, podrás saber qué funciona y qué no gracias a una técnica que siempre ha estado asociada a la humanidad: aprender a base de los errores.
Tu empresa ha de ser social. Una vez construida tu marca, página web y cuentes con contenido único y de valor, puedes comenzar a compartirlo en las distintas redes sociales. Ahora te preguntaras cómo y en cuáles. La respuesta no es común y dependerá de tus objetivos. Por ejemplo, LinkedIn y Twitter suelen funcionar mejor para negocios B2B (empresas que venden a otras empresas), mientras que Facebook está mejor adaptado para negocios B2C (empresas que venden a usuarios finales). Nosotros por nuestra experiencia te recomendamos que te concentres en una o dos redes para llegar a tus clientes potenciales. Además piensa que tu contenido debe estar adaptado a la red social que uses. Por ejemplo, LinkedIn y Twitter necesitan contenido que se actualice constantemente y Facebook contenido más visual.
Bueno, esto es todo. Al menos para que puedas comenzar. Sabemos que te va a suponer mucho trabajo, pero merecerá la pena. Recuerda, comienza por analizar qué hace que tu empresa sea distinta y comunícalo. Después piensa en las necesidades de tus clientes actuales y potenciales para poder proporcionarles contenido valioso que quieran consumir. En último lugar, desarrolla una estrategia para llegar a tu público objetivo mediantes acciones y medios online. Y, recuerda, que si necesitas ayuda, siempre nos tendrás a tu lado.
